¡Innovar
para no fracasar!
Innovation Hub
¡El 75% de los emprendimientos fracasa antes de los 3 años de operación!
Una cifra bastante alta, pero…
¿Por qué fracasan?
Son diversos los motivos que llevan a un emprendedor a fracasar, desde la falta de planeación, pasando por la mala gestión, hasta la falta de competencias necesarias. En este corto artículo quiero ahondar en una de las razones mas reiterativas por las cuales fracasan la mayoría de los emprendimientos: ¡La innovación!
¿Qué tiene que ver la innovación con el emprendimiento?
Pues bien, emprender no es para nada sencillo y más si estás intentando iniciar tu negocio en un mercado donde la oferta es gigantesca (océano rojo) y donde al parecer todo está creado. La propuesta de valor de un emprendimiento se basa en solucionar las necesidades de su segmento de mercado. Sin embargo, para mantenerse en el tiempo, el emprendedor debe darse a la tarea de buscar ese factor diferenciador de sus competidores, innovar con lo que ofrece, y porque no, abrir nuevos mercados de rápido crecimiento donde la competencia sea irrelevante (océano azul).
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Entonces…
¿Por qué innovación?
Porque puede convertirse en una herramienta clave para descubrir oportunidades que el mismo mercado no ha evaluado. Oportunidades que pueden generar sinergias nunca vistas, aumentar la competitividad del emprendimiento y que apalancarán un crecimiento exponencial durante el tiempo.
¿Cómo encontrar estas oportunidades?
Lo primordial es entender que sin investigación y empatía no se podrá encontrar una solución y una propuesta de valor para el consumidor. Hay varias metodologías para crear soluciones innovadoras, sin embargo, hay unos ítems que considero fundamentales para descubrirlas o crearlas:
- Investigación y entendimiento: Investigar lo que hay en el mercado, nuevas tecnologías, tendencias, y saber qué piensa y qué necesidades tiene el público objetivo.
- Ideación y decantación: A partir de esos hallazgos idear soluciones de valor para definir las más potenciales.
- Prototipado: Hacer la idea una realidad, a través de productos mínimos viables.
- Testeo: Validar si el prototipo obtiene los resultados proyectados, recibir retroalimentación del consumidor y de grupos de interés.
- Iteración: A partir de los hallazgos encontrados en la anterior validación se deben hacer ajustes y cambios hasta que se considere que el producto o servicio, está listo para ser introducido masivamente en el mercado o ser adoptado al interior de una organización.
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¡Innovar para no fracasar!
La innovación se puede ver reflejada desde un pequeño negocio de comida hasta una empresa de alta tecnología. Lo importante es encontrar esa propuesta significativa que te diferencie de la competencia y que genere valor para los consumidores, clientes y futuros inversionistas.